Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es el mantenimiento mecánico de nuestra bicicleta y la sustitución de diferentes piezas, como los discos de freno, ya que son de vital importancia para garantizar nuestra seguridad. ¿Sabes cuándo debes cambiarlos?
Espesor mínimo del disco de freno
Generalmente viene grabado en el disco de freno un valor numérico que indica el espesor mínimo que se puede alcanzar. El rozamiento con las pastillas de freno, poco a poco, erosiona el metal del disco y lo va “adelgazando”. Antes de alcanzar este valor mínimo debemos sustituirlo. En ocasiones se encuentra del modo: TH = x.x mm (TH de thickness, espesor en inglés). Por ejemplo, unos discos Shimano XT tienen grabado lo siguiente:
Min. TH = 1,5mm. Es decir, el valor mínimo de espesor es de 1,5 milímetros (echa un ojo a la foto del final del artículo).
¿Cómo podemos conocer este valor?
Lo más cómodo y sencillo es disponer de un calibre o pie de rey digital. Su uso es sencillo y la lectura, por ser digital, es directa. Si tienes dudas de cómo usarlo, mira este vídeo (se abrirá en una nueva ventana).
Freno de disco deteriorado
Otra causa de cambio de este componente puede ser su deterioro. Llegado el caso, y aunque no se haya alcanzado el espesor mínimo, deberemos plantearnos el cambio de los discos ante los siguientes supuestos:
Freno de disco mellado
Si hemos golpeado nuestro disco contra una piedra u otro obstáculo, cabe la posibilidad de que éste se haya roto parcialmente. Podríamos tratar de limar la zona mellada para no destrozar las pastillas en la frenada. En cualquier caso y ante la duda de si el disco es recuperable o no, acude a tu tienda de bicis para que te asesoren.
Discos doblados
Un clásico. Diría que es el desperfecto más habitual que sufren estos componentes. Al igual que en el caso anterior, cabe la posibilidad de reparación, tratando de enderezarlo, pero todo dependerá de lo afectado que esté el disco.
Oxidación del disco
Cualquier metal, ya sea inoxidable o tratado superficialmente, no está protegido al 100% de la oxidación. Si bien no es muy habitual que los discos de freno se oxiden, la exposición a agua, humedad, calor, etc., pueden provocar su deterioro.
Estado de la fijación del disco a la rueda.
Conviene revisar el apriete de los tornillos o estado de la fijación a fin de evitar posibles daños en el disco
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Espesor mínimo del freno de disco