Escuela de ciclismo para niños y adolescentes

Escuela ciclista




Resulta raro encontrar padres que no promuevan o animen a sus hijos a participar en actividades deportivas. Casi todo el mundo conoce las ventajas de incluir el deporte en la vida de un niño o adolescente: mejora de la salud, fomento de las relaciones sociales, adquisición de valores como el esfuerzo o el compañerismo, etc. Las escuelas de ciclismo, mucho menos numerosas que las de fútbol o artes marciales, también son una excelente opción para nuestros jóvenes. ¿Qué se hace en ellas? ¿Cómo elegir una adecuadamente?

 

¿A quién va dirigida una escuela de ciclismo?

Habitualmente a niños de 6 o más años y hasta los 14. En estas edades lo principal, además de los valores ya citados, es adquirir el mayor dominio técnico posible; esto es mucho más fácil en edades tempranas que cuando se es adulto, debido a la evolución y desarrollo de las destrezas psicomotrices. En la etapa que podríamos considerar como el segundo ciclo (a partir de 10 u 11 años), se debe favorecer la mejora en las capacidades aeróbicas y en la introducción progresiva de los componentes tácticos del ciclismo.

En etapas sucesivas (15 y 16 años) es común que los jóvenes, además de continuar asistiendo a la escuela (o concentraciones semanales del club al que pertenezcan), dediquen varios días a entrenar si se quiere participar en competiciones.

 

¿Qué se hace en una escuela ciclista?

No sólo se trata de subir a una bicicleta y pedalear, en las escuelas de ciclismo, como ya he comentado, se mima mucho (o así debería ser) el desarrollo de las capacidades motrices, lo que conduce a un dominio de la técnica. Para ello se realizan circuitos a modo de gymkanas (se abrirá un vídeo en una nueva ventana),  empleando material específico como conos y barras para delimitar el circuito a completar. En las escuelas de mountain bike resulta habitual aprovechar senderos, escalones o cuestas para mejorar en este sentido.

En las escuelas de ciclismo en ruta también se practica el gesto de “ir a rueda”, entrenando en recintos cerrados y velódromos.

Además de lo anterior, desde la escuela deberán ayudar a los niños a ser autosuficientes y conocer la mecánica básica de la bicicleta así como su mantenimiento (arreglar pinchazos, por ejemplo) y fomentar hábitos de alimentación saludables.

 

¿Cómo elegir una escuela de ciclismo?

  • Para tomar la mejor elección yo tendría en cuenta lo siguiente:
  • Contacta con la escuela y hazle llegar tus consultas. No dudes en preguntar si se puede asistir una o dos veces a modo de prueba.
  • Asiste a algún entrenamiento para ver cómo trabajan. Aprovecha la ocasión para preguntar a algún padre o madre que lleve a sus hijos allí.
  • Cercanía a tu domicilio: no debería ser la primera variable para tomar la decisión, pero es cierto que será mucho más sencillo organizarte si tienes que hacer un desplazamiento de 20 minutos o menos.  No obstante, si crees que la mejor escuela está lejos, habla con tus hijos y pregúntales si están dispuestos a pasar largos ratos en el coche mientras realizáis el viaje.
  • Instalaciones: disponer de un velódromo, dependencias cubiertas, etc. es un “plus” que debe valorarse positivamente.
  • Entorno: sobre todo en las escuelas de mountain bike, tener zonas de campo y montaña cerca, sería un valor añadido.
  • Por último y más importante: que se fomente el juego y la diversión. No olvidemos que hablamos de niños, la mejor herramienta para su aprendizaje es el juego y el objetivo es que vuelvan a casa con una sonrisa.

 

Una sugerencia si vives en la zona Norte de Madrid

Durante los últimos meses he tenido la oportunidad (y suerte) de realizar las prácticas de la formación en Dirección deportiva en la Escuela BTT Moralzarzal, perteneciente al Club Deportivo Golpe de Pedal. El entorno es fantástico para el desarrollo del mountain bike y lo más importante, la calidad humana de quienes allí participan, desde directores y monitores hasta los chicos y chicas de la escuela (¡¡gracias a todos por la experiencia!!).

 

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Photo by: Devon Wong on Unsplash

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