Arcenes sucios y ciclismo

Probablemente, casi todos nosotros, ciclistas que salimos a rodar con nuestras bicis de ruta, hemos escuchado a gente de nuestro entorno comentarios del tipo: “mientras conducía, he visto como varios ciclistas invadían el carril”.

El análisis de la frase da para mucho, sobre todo, la parte de “invadir”, no obstante, voy a centrarme en lo práctico y en lo constructivo.

¿Qué nos encontramos los ciclistas en los arcenes?

Todos los que practicamos ciclismo de carretera, en mayor o menos medida, nos hemos enfrentado a la situación de tener que abandonar el arcén, ¿por qué? Listo algunas causas:

• Arcenes sucios por presencia de arena o piedras, muy típico en las entradas/salidas de caminos rurales.
• Presencia de cristales, derivados de accidentes de tráfico (faros rotos) y, aunque resulte increíble, botellas rotas.
• Arcenes en mal estado con baches, en ocasiones, del tamaño de un agujero negro.
• Animales muertos por atropellos.
• Arbustos y vegetación que invaden (esto sí que es invadir) el arcén, por falta de desbroce.

Los que somos ciclistas, además de conductores y también peatones, tenemos la suerte de evaluar situaciones como la de la falta de limpieza de los arcenes desde las tres perspectivas. Para quién es conductor, pero no ciclista, todas las causas listadas anteriormente pueden pasar inadvertidas, bien porque al circular a una velocidad superior no se aprecian, o bien, porque no suponen un problema para las anchas ruedas de un coche (pequeños baches, arena, vegetación).

El peligro para el ciclista aumenta

Queda claro que no es un capricho abandonar el arcén, sino una maniobra de seguridad, que siempre que sea posible deberá señalizarse, de modo que quién circule tras nosotros, tanto coches como otros ciclistas, queden avisados y puedan anticipar y evitar situaciones de riesgo. No obstante, esto no es siempre posible, y he aquí la vital importancia de los 1,5 metros de separación. Si los conductores respetan esta medida, la situación de riesgo se minimiza, más si cabe, cuando los ciclistas circulamos de dos en dos.

Soluciones para mejorar el estado de los arcenes

Eliminar el problema al 100% es imposible, pero desde mi punto de vista, algunas actuaciones podrían reducir la cantidad de arcenes sucios en nuestras carreteras:

• Cementar o asfaltar los primeros metros de las entradas/salidas de caminos rurales.
• Con la tecnología y aplicaciones móviles actuales, es relativamente sencillo crear un mapa que refleje cuáles son las vías más transitadas por ciclistas. Con esta información, se podrían priorizar los tramos a limpiar por las barredoras de arcenes.
• Un mayor control y actuación de los organismos públicos competentes en el desbroce y limpieza de vegetación junto a las carreteras; no sólo por mejorar la seguridad de los ciclistas, sino también, por mejorar la seguridad vial (lamentablemente, es habitual encontrar señales tapadas) y disminuir el riesgo de incendios.
• Ser cívicos, y no arrojar basura y mucho menos botellas (de verdad que he visto litronas de cerveza rotas en arcenes).
• También por parte de los organismos y autoridades públicas, mejorar el estado de las carreteras y arcenes. En zonas de alto tráfico de vehículos pesados como camiones, o zonas más rurales, por el paso de tractores, los arcenes presentan bastantes baches e irregularidades.

Concienciación e información son el camino para mejorar la seguridad de los ciclistas

Soy consciente que sobre este tema mucho se ha hablado, de hecho, espero y deseo que se siga haciendo. Con todo lo contado hasta ahora, quiero sumar mi “grano de arena” a la causa, dar a conocer la realidad que vivimos los que empleamos nuestras bicis por la carretera. Por este motivo, hoy más que nunca, os pido que compartáis este artículo, tanto con los compañeros de las bielas, como con quién no usa la bicicleta y es conductor; la única manera de concienciarle es informándole.

Como siempre, muchas gracias por vuestro tiempo e interés. Os aliento a que dejéis vuestros comentarios y visitéis el blog de Pedalea con Ciencia.

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